Humberto de la Calle Lombana ha sido siempre un intelectual perdido en la menudencia de la política. Desde su llegada a Bogotá como registrador Nacional en el Gobierno de Belisario Betancur, este caldense destacó por sus habilidades para demostrar credibilidad y como una persona capaz de dialogar con quien fuera necesario para sacar adelante reformas políticas, constitucionales o procesos de paz.